Capítulo 8: China

Posted by Socialismo Revolucionario On domingo, 29 de marzo de 2009 0 comentarios

Quiero preguntarle sobre los estados obreros. Dos preguntas sobre China. La primera pregunta: Leí vuestro material. Leí que en su último congreso la naturaleza del estado chino no es tan definitiva, el proceso no está finalizado, y su sección sueca, o la mayoría de su sección sueca, apoya la idea que China es un estado capitalista. Pero este documento salió...



Alrededor de cinco años atrás.



En los últimos años, en el periodo desde su último congreso, ¿han cambado ustedes su posición sobre China, o se mantienen en la posición de hace algunos años atrás?

Bien, estamos en proceso de discutir esto ahora. Así que toda la cuestión estará bajo revisión. Nuestra posición en general es que desde 1978 y las reformas de Deng, China ha estado en un lento e inexorable retorno al capitalismo. Hay sectores puramente capitalistas en China en las provincias costeras, Shanghai, en Beijing, etc. Esto es indiscutible. Si algo se puede decir, es que de alguna manera este proceso se aceleró en los años 90. La principal razón por la que los estalinistas chinos, ex estalinistas, vacilan en recorrer todo el camino es el temor de provocar una explosión social. También es la razón por la que la tasa de crecimiento de la economía china es exponencial en comparación con la situación de Europa del Este, la ex Unión Soviética etc., así como el mundo capitalista como un todo. Es junto con los EE.UU., el motor económico del capitalismo mundial, promediando 8-10% de crecimiento, incluso más que eso este año.

Así que el proceso es claro. Pero no es un estado normal. Estamos hablando de un cuarto de la humanidad. Hay enormes diversidades entre diferentes partes de China, algunas de las cuales ya son capitalistas. De otra parte, hay grandes sectores de China en los que el sector estatal se mantiene por razones sociales.



Las empresas organizadas del estado (SOEs) siguen proporcionando la mayoría del empleo en China. De otro lado, las últimas cifras parecen mostrar que la mayoría de la riqueza producida – el valor, producto – ahora proviene del sector privado. Pero el mayor problema que tenemos es que en un año tuvimos tres informes diferentes. Uno dice que el 80% de la economía está en el sector privado, otro informe aparecido en el Financial Times dice que el 25% está en el sector privado, mientras que otro da una cifra diferente. Debido a la propia naturaleza del régimen, y debido a que es una sociedad cerrada, es muy difícil averiguar lo que está pasando a su interior. Nuestra posición es que el tren chino está en los rieles y va hacia el capitalismo. Cuando y en que momento llegará a la estación está abierto al debate.



Hay un enorme sector estatal. Hay resistencia al proceso de retorno al capitalismo, como se muestra por el número de conflictos que han estallado. El proceso de privatización en la agricultura no se ha llevado adelante, en la misma medida, como en el sector industrial. Todos estos factores nos hacen cautelosos sobre una caracterización prematura: este ahora es capitalismo chino, y es el fin del asunto. Siguen existiendo elementos de la maquinaria estatal estalinista. Todavía hay elementos en la conciencia de las masas de apoyo a la idea de la economía planificada. Hay resistencia a la venta de la tierra. Hay resistencia a la clausura de las empresas organizadas del estado (SOE), lo cual es diferente y a un nivel más alto que en Rusia y Europa del Este, donde casi no hubo resistencia. La burocracia / clase capitalista china vacila mucho antes de ir muy lejos por temor de provocar enormes levantamientos. Nosotros discutiremos lo que está sucediendo en China, entre ahora y nuestro congreso.



Sin embargo, tenemos acuerdo general sobre las conclusiones que deberíamos sacar acerca del proceso. En China se está preparando una revolución. Trotsky siempre señalo que nosotros no pensamos en categorías fijas. Revolución y Contrarrevolución, son ambas un proceso. Él era muy cuidadoso acerca de poner la etiqueta de ‘estado obrero’, ‘estado no-obrero’, ‘estado capitalista’ sobre un proceso, sobre procesos inacabados como lo planteó. Nosotros tenemos el mismo cuidado. Hay analogías, por ejemplo, en el mundo neo-colonial en los años 50, 60 y 70, en especial, donde grandes sectores de la industria fueron expropiados y, para todos los efectos, de acuerdo con cierto criterio, ellos calificaban como estados obreros. Hubo una tendencia a definirlos de esta manera quizá un poco prematuramente.



¿Irán en 1979 y Siria eran estados obreros?



No Irán. Pero hay algo que nosotros tenemos que considerar, tenemos que re-examinar la situación actual sobre la base de los acontecimientos. Puede haber periodos en la historia cuando hay un impasse, un callejón sin salida económico y de clase en que características, si se quiere, de ambas sociedades pueden existir una junto a la otra. ¿Qué era el régimen de Gadaffi, donde la mayoría de la industria estaba en manos del estado? ¿O por este asunto, Egipto? Nosotros no los llamamos estados obreros deformados. Así que tenemos que ser un poco cautelosos desde el punto de vista inverso respecto a China.



La pregunta es si se ha pasado de la cantidad a la calidad: Trotsky siempre señaló el punto: bien, hay que dar una caracterización en una cierta etapa de un estado, porque de ella se deriva el carácter de la revolución. ¿Será una revolución social o será una revolución política? ¿Será necesario alterar las superestructuras del estado?. De cierta manera, tenemos las dos tareas en China. En el considerable sector estatal tenemos demandas que propiamente pertenecen a la revolución política: defensa de las relaciones de la propiedad nacionalizada, por el control y gestión de los trabajadores, elección de todos los funcionarios y por el derecho de revocación, etc. En el sector puramente capitalista, exigimos la nacionalización o renacionalización de esos sectores y su integración en un plan nacional, así como control y gestión de los trabajadores.



Un factor adicional es que China misma podría fraccionarse. La burocracia trata de dar la impresión que China es una totalidad homogénea y que se habla un lenguaje. Puede haber un idioma oficial pero el lenguaje hablado puede ser tan diferente como el japonés y el coreano. También hay factores regionales: los musulmanes en el nor-oeste, el Tibet, factores regionales ahora enfatizados por la disparidad económica que ha aumentado. Es como era en Yugoslavia, donde las diferencias entre Serbia, Slovenia y Croacia de una parte, y Kosovo de otra estaba en un nivel de seis a uno. De hecho, en el mismo estado coexistía un país casi desarrollado y otro neo-colonial.



Las mismas diferencias, solo que mayores, existen en China. Asombrosamente, China tiene más pobres que toda África. Sobre la base del carrusel de la economía mundial, la elite china está tratando de mantener la situación bajo control. Pero una vez que haya una crisis mundial, que podría ser precipitada por China, las perspectivas se modificaran decisivamente.

El último punto es sobre la conciencia de las masas chinas. Ha retrocedido tanto que la mayoría de los grupos que llegan a la oposición al régimen parecen gravitar hacia una posición maoísta para comenzar. Mao es asociado con dirigir la Revolución China y las ventajas de la economía planificada. En Europa del Este y Rusia, la mayoría de los grupos, de gente joven especialmente, no se volvieron hacia Stalin. Se podía encontrar actitudes pro Stalin en los viejos adherentes del Partido Comunista pero no entre la mayoría de la juventud. Hasta ahora donde han estallado movimientos en China no ha sido en las principales zonas industriales. Ha habido protestas sobre tierras comunales que iban a ser transferidas a especuladores, y sobre la venta de fábricas, aunque en su mayoría de modo disperso. Pero no han ocurrido en Beijing, en Shanghai, o en lo principal en Guangdong. Parece que la conciencia de las masas es por derechos sindicales. El próximo movimiento quizá no sea como 1896 en Rusia, con las grandes huelgas en Petrogrado y demás, que pavimentaron el camino para 1905. Puede ser un movimiento pre-1896, en el sentido de que las masas prueben sus fuerzas y se agrupen en la lucha por derechos democráticos básicos, especialmente sobre la cuestión de sindicatos independientes.




Revolución en China



En nuestras discusiones, algunos camaradas han estudiado y han comenzado a mirar muy seriamente a China, lo que está haciendo gente en todo el mundo. De una parte, vemos el desarrollo muy rápido de la economía en muchas áreas. Que el desarrollo es grande nadie puede negarlo. También vemos la política de los EE.UU. para el próximo siglo y su principal rival será China. Cuando empezamos a estudiar esta cuestión, dijimos que no veríamos el periodo de lucha entre China y los EE.UU. para transformarse en la principal potencia capitalista en el mundo. Antes de eso, veríamos una revolución en China. Estamos seguros que antes que China llegue al nivel de los EE.UU. o cerca de él, habrá algún gran conflicto a escala mundial, no solo dentro de China, y que choques y problemas resolverían esta cuestión antes que esa posición sea alcanzada. El segundo punto es el nivel de la lucha de clases en China hoy día. Tenemos poca información sobre los diferentes tipos de luchas de clase de cualquier manera: lucha de clases tradicional en las fabricas, o en luchas “no clásicas” similares al periodo de acumulación originaria, como explicó Marx, pero más radical y abierta. Hemos tenido informaciones de grandes rebeliones en las áreas rurales contra las municipalidades. El factor de la clase trabajadora y de los migrantes hoy y en los próximos años serán el factor más importante de la Revolución China y de la revolución mundial. Tenemos muchas esperanzas acerca de esto. Nuestra discusión empezó en el último año. ¿Quisiera saber cuales son sus ideas acerca de esto y si tiene una posición de “Tercer Mundo”? Nosotros pensamos seriamente que China será el centro del mundo. ¿Cuál es su opinión?



China es un asunto capital para la política mundial, para la burguesía, pero también para el movimiento de trabajadores y para el marxismo. Es por esto que el CIT ha instalado el sitio web www.chinaworker.info , precisamente para abrir un dialogo en general con los jóvenes y trabajadores en China que están buscando ideas marxistas genuinas.



Tenemos que ser condicionales acerca del futuro. En este momento, el eje principal en la política mundial, potencialmente al menos, se está desarrollando entre los EE.UU. y China. Los EE.UU., como mencioné antes, tiene hacia China una suerte de actitud ‘esquizofrenica’. China es vital para ellos económicamente, pero al mismo tiempo los EE.UU. temen su desarrollo independiente. Los EE.UU. están a favor de la inversión extranjera directa que vaya a Guangdong, las provincias costeras y en todas partes, dentro de los sectores puramente capitalistas, porque estos siguen bajo control del capital extranjero.



Pero también teme la transferencia tecnológica hacia China. Los EE.UU. siguen teniendo la ventaja tecnológicamente en investigación y desarrollo, en la aplicación de la tecnología. Sus inmensos gastos en armamentos le dan una ventaja porque la mayoría de los productos tecnológicos derivados provienen de estos. Esta es una de las razones por las que EE.UU. quiere mantener la cabecera, no solo en potencial de armamento, sino también en producción de armas. Esta también es la razón que explica que cuando Europa intenta suministrar tecnología de misiles a China, los EE.UU. objetan. Esto también fue parcialmente debido a las implicaciones para Taiwan. También hay otro factor adicional: el temor que una potencia emergente tome “prestadas” ideas y tecnologías de los más avanzados. La “cuestión de los derechos de propiedad intelectual” es importante en las negociaciones entre China, Europa Occidental y los EE.UU. Incluso Merkel, la Canciller alemana, cuando visitó China recientemente dio una advertencia al régimen chino: este no debería usar tecnología “pirata” de los EE.UU. y Europa Occidental.



Lo que ellos temen es que mientras, por el momento, China es dependiente de la inversión extranjera directa, y esto continuará durante un tiempo, sin embargo desarrollará industria indígena. La escala de este préstamo dejará enana lo que Japón fue capaz de hacer en electrónica en los año 70 y 80. Ya hay un nivel bastante alto de tecnología en China en algunos sectores. También hay un enorme desarrollo en número de estudiantes pero en esta etapa no es la misma calidad de educación que existe en los EE.UU. La tecnología, en este momento, es más extensiva que intensiva en el desarrollo de nuevos productos etc. Pero, de la misma manera, que Hollywood produjo películas sobre la ‘amenaza’ japonesa en los años 80, así en la era moderna, en este siglo, China es la nueva amenaza.



La diferencia entre China y Japón, es que Japón fue desarmado al final de la Segunda Guerra Mundial. Ahora es un policía subalterno, o policía potencial, para el imperialismo norteamericano en el teatro de Asia en especial. Pero China tiene Fuerzas Armadas enormes. Esta el Ejercito Popular de Liberación pero también el desarrollo de la Armada China. Esta teniendo lugar una nueva disputa por África en la que China ha obtenido grandes logros. En Angola, Mozambique y Nigeria, por ejemplo. Están las relaciones con Pakistán donde ellos tienen instalaciones en Baluchistán. Hay relaciones comerciales con Venezuela, Cuba, Brasil y América Latina.



El impacto geopolítico de China es colosal y, de momento, la clase dominante Norteamericana está en una casa a medio camino. ¿Ve a China como un ‘socio estratégico’ o como un ‘rival estratégico’? hay elementos de ambos en sus posiciones actuales. Los EE.UU. que solo tienen el 5% de la población mundial, una gran parte de los recursos del planeta y es la potencia dominante, ¿Se rendirán sin lucha contra una población de 1.2 billones?. Eso es altamente improbable. Ahora hay voces dentro del sistema norteamericano, especialmente en las universidades y entre los sinologistas, que están diciendo que China ya es una amenaza para los EE.UU. y que tiene que bloquear la transferencia de tecnología hacia China. Esto podría suceder, especialmente si hay una recesión económica mundial. Si China es cercada por esta situación podría haber el escenario que Usted mencionó de una revolución. Esto podría ocurrir de cualquier modo, tanto si hay un aumento en la economía como si no. La Revolución surge no solamente de un colapso o de un aumento en la economía. Si la economía continúa yendo hacia arriba pero el cambio de una era a otra es incapaz de absorber el desempleo y los 200 millones de trabajadores migrantes, podría haber explosiones en Shanghai, Beijing y algunas de las colosales áreas urbanas. Lo que será el desenlace de esto no es posible decirlo en esta etapa.



Así que las perspectivas para China dependen de un gran número de factores, uno de ellos y no el menor, es el movimiento de la clase trabajadora que tendrá lugar en los EE.UU., los movimientos en América Latina y el resto de Asia, y no menor en Europa. No pienso que esta sea una posición “Tercermundista”. El Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional tuvo una vez la teoría que los ‘epicentros’ de la revolución mundial ya no estaban en Europa, sino en el ‘Tercer Mundo’. Cuba fue el epicentro, luego Vietnam, de la revolución mundial. Nosotros siempre discutimos esto. Nosotros veíamos que la clase trabajadora en los países metropolitanos, los ‘batallones pesados’ de la clase trabajadora son decisivos. Pero potencialmente, el proletariado industrial más poderosos en el mundo se está desarrollando ahora en China. China tiene los elementos del Tercer Mundo y el Primer Mundo. Debido a esto, China y su clase trabajadora están destinadas a jugar un papel en esta nueva era, potencialmente, el papel más importante en el desarrollo de la revolución en todo el mundo.



Una cosa es absolutamente cierta. Si hay una ruptura en la situación del capitalismo en un país importante o continente donde la clase trabajadora juegue el papel principal, y esto debe ser enfatizado, eso podría desencadenar un levantamiento mundial. También podría haber una ruptura con el capitalismo en un país subdesarrollado en el cual el país sea mayoritariamente campesino y no proletario. Eso tendría un efecto como Cuba, pero no tendría el efecto de la Revolución Rusa, los ‘diez días que conmovieron al mundo’. La razón de esto no es sólo el tamaño de Rusia, sino el papel pronunciado del proletariado, con soviets, internacionalismo y el papel clave de la clase trabajadora. Si en Europa ahora uno o dos países rompen con el capitalismo e influencian la totalidad de Europa, una vez que esto comience tendría repercusiones mundiales. Tendría efectos inmediatos sobre China, porque la clase trabajadora europea llamaría a la clase trabajadora china a exigir derechos sindicales, derechos democráticos etc. De otra parte, las masas chinas se podrían levantar y crear organizaciones independientes de trabajadores poderosas sin derrocar el régimen.


Por esto mencioné Rusia en 1896 y 1905, que fueron anticipaciones de la Revolución Rusa. 1986 fue el primer salto de fusibles y reconocimiento de la clase trabajadora como una clase, en 1905 la clase trabajadora tuvo el poder a su alcance pero los campesinos no estaban listos. 1917 fue la combinación de la revolución proletaria y la segunda edición de la Guerra Campesina, como lo planteo Marx.

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