Capítulo 3: El Medio Oriente

Posted by Socialismo Revolucionario On domingo, 29 de marzo de 2009 0 comentarios

¿Cuál es su análisis general y juicio acerca de Medio Oriente, de la Guerra en Líbano y su finalización con la resolución de las Naciones Unidas sobre el uso de tropas francesas e italianas?



La tercera invasión de Líbano surgió a partir del secuestro de los soldados israelíes pero, en su momento, esa fue una acción solidaria de Hezbollah con los palestinos, que se enfrentaban a una terrible persecución. Gaza es una prisión gigante. La situación económica en las áreas de Palestina no tiene precedentes. Nunca en la historia, aún regresando a los años 30, ha habido tanta pobreza, desempleo, sufrimiento y desesperación como ahora. Hezbollah comenzó está acción en solidaridad con el pueblo de Palestina. Israel ha arrestado y puesto en prisión a 9,000 palestinos. También, combatientes de Hezbollah están en prisiones en Israel. Está acción fue usada por Israel como pretexto para un plan preconcebido de ataque a Líbano y a Hezbollah. La promesa del gobierno de Olmert de Israel acerca de que la infraestructura de Líbano iba a retroceder 20 años ha sido parcialmente llevada a cabo en la colosal destrucción inflingida por Israel.



Sin embargo, esta es la primera vez desde la formación del estado de Israel en que la clase dominante israelí y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se han enfrentado a una derrota tan clara en el campo de batalla. El FDI solo penetró un par de millas en Líbano. Fue confrontado por una decidida resistencia y no fue capaz de de vencer a Hezbollah, implicando una derrota para la clase dominante de Israel en general. También derrotó al imperialismo norteamericano y sus políticas en relación al Líbano porque ellos habían iniciado una serie de acciones ofensivas hasta la invasión, incluyendo la expulsión de Siria del Líbano. Fue también un paso hacía mas ataques a Siria. También hubo especulación de que la guerra en Líbano era una preparación para un futuro ataque contra Irán, aunque ese es un asunto diferente. Apoyamos el retiro de las tropas del Líbano. El pueblo del Líbano tiene derecho a decidir su propio destino.



Las consecuencias de la Guerra han sido profundas en ambos lados. En primer lugar, Hezbollah que se basa en la población pobre Chiíta, tiene una historia de alguna forma diferente a otros grupos de origen islámico. Es diferente de Hamas, por ejemplo, en la actualidad. Existen algunas similitudes en el sentido de que Hezbollah y Hamas son producto de la agresión de la clase dominante de Israel y los ataques a El Líbano y Palestina. Hezbollah fue creada como resultado de la intervención israelí de 1982 y realmente fue formada en la embajada de Irán en Damasco. Sin embargo, sería erróneo concluir por ello que Hezbollah es un títere del régimen iraní. Por supuesto, tiene conexiones debido al enlace Chiíta, pero no es solo una ‘criatura’ de Teherán. Se ha desarrollado independientemente.



Miembros del Partido comunista de Líbano, por ejemplo, y otros de la izquierda cuya influencia independiente ha decaído apoyaron a Hezbollah como una organización de resistencia. Ha habido incluso declaraciones favorables recientemente de Nasrullah, el líder de Hezbollah, acerca del papel del Che Guevara, del socialismo, en el combate al imperialismo. Así que no es una típica organización islámica. De hecho, ha sido forzada a abandonar la idea de un estado islámico en Líbano como resultado de la presión y apoyo que ha recibido por grupos diferentes a los Shias, como los Sunnis, cristianos y otros.



En el curso de la Guerra, Hezbollah jugó, al menos parcialmente, el papel de una organización legitima de resistencia nacional del Líbano ante la intervención imperialista. Esto no implica que apoyemos sin crítica alguna a Hezbollah. No es una organización socialista. Pero en la guerra y después de ella su dirección fue conciente del potencial de aumentar su apoyo entre los sectores no pertenecientes al grupo Chiíta de la población. Nasrullah dio la bienvenida al apoyo inicial del 80% de los cristianos, Drusos y otros grupos confesionales en El Líbano. Esto ha creado una nueva situación dentro del Líbano. Pero a menos de que Hezbollah se desarrolle en una dirección de clase y convoque una alternativa socialista, su desarrollo podría estancarse. Ha recibido amplia popularidad al dar subvenciones de $12,000 a aquellos cuyas casas han sido destruidas. Letreros con ‘Made in América’ en casas bombardeadas conectan directamente al imperialismo norteamericano con el bombardeo, una reflexión en todo caso de la conciencia de la población del Líbano. Inevitablemente en el capitalismo, cuando hay lucha por recursos, los lideres de los diferentes grupos étnicos y religiosos trataran de explotar la situación para si mismos, por lo que una unión temporal podrá romperse. Sin embargo, de la presente situación puede surgir una nueva conciencia de clase. Hubo movimientos de trabajadores acerca de los precios de la electricidad antes de que la guerra empezara; un movimiento de clase desde abajo se estaba desarrollando en El Líbano. El papel de los socialistas, Marxistas y Trotskistas es apoyar las acciones legítimas de la resistencia de la gente oprimida en contra de la intervención imperialista y al mismo tiempo plantear los asuntos del socialismo y de las clases.



Hemos tomado posiciones generales sobre la ONU en nuestras publicaciones. No es diferente en la era moderna a la Liga de las Naciones, a la que Lenin y Trostky se opusieron. Tenemos que reconocer que después de la terrible experiencia de la gente del Líbano, hay un sentimiento entre los trabajadores de que es necesario un ‘amortiguador’ entre los beligerantes para prevenir un nuevo estallido de la guerra. Pero fue muy llamativo que no hubiese sugestión por parte de Blair o Bush de que la ONU interviniese hasta que los israelitas bombardearon El Líbano y estuvieron en el proceso de tratar de realizar sus ‘objetivos de guerra’. Blair ni siquiera convocó un alto al fuego, lo que provocó una masiva repulsión en Inglaterra y probablemente fue la gota que derramó el vaso en el clamor por que fuese removido de su puesto. De todos modos él sería removido en el próximo período. Hubo disgusto general de que ni siquiera convocó el cese al fuego cuando mujeres y niños fueron asesinados y heridos, cuándo se aplicaron castigos colectivos a la población del Líbano, La ONU como solución fue rechazada por la población libanesa. La FPNUL estuvo en Líbano antes de la guerra en la llamada zona de amortiguación. No previnieron la guerra. La ONU solo pudo ser introducida una vez que los combatientes acordaron que la guerra no iría más lejos en esa etapa.




¿Mantendrá la paz la ONU? No, ¿Por qué debería un trabajador ordinario de Inglaterra o Italia, quién nunca pensó en recurrir a su empleador para resolver sus problemas, adoptar organizaciones de empresarios internacionalmente, como la ONU, que está finalmente en el puño del imperialismo norteamericano? De hecho un reciente articulo en el Financial Times apeló a los Estados Unidos, quién financia a la ONU, para apoyar esto debido a que es “bueno para los negocios de Estados Unidos”, lo cuál es verdad. El imperialismo norteamericano utilizará a la ONU cuando esta le sea útil, cuándo actúa a favor de la llamada ‘comunidad internacional’ como en el caso de la guerra de Corea. Se mantendrá fuera de la ONU, como en el caso de la guerra de Vietnam, cuándo no es necesario tener apoyo. En Irak, cuándo se enfrentó a dificultades en la ONU, recurrió a la ‘coalición de voluntarios’, que es ahora la ‘coalición de ‘reacios y muy indispuestos’. La ONU no es una alternativa. Nosotros decimos que la solución real o ‘fuerza amortiguadora’ en Líbano es la clase trabajadora del Líbano, uniéndose a la clase trabajadora de Israel en oposición a la guerra porque ellos son la gente que sufre. En Israel, el gobierno de Olmert colapsará. Muy probablemente será remplazado por un gobierno de tendencias mas hacia la derecha, que puede ser dirigido por Netanyahu. Otra guerra está enraizada en esta situación y será la gente común del Líbano e Israel quién sufrirá. Es este sentido la ONU y su resolución, ratificando el despliegue de tropas francesas e italianas bajo los cascos azules y banderas de la ONU, no es la solución para los problemas de Líbano. Es la clase trabajadora de Israel y del Líbano y a través del Medio Oriente como un todo, la que con el apoyo de la clase trabajadora de Europa y de todos lados, la que tiene la clave de la situación.



Hezbollah

La segunda pregunta es que dice que apoya el derecho de Hezbollah y la población libanesa para resistir pero criticas el uso de misiles Katyusha en contra de los pueblos de Israel. Algunas personas dirán que ante la diferencia en las fuerzas en esta guerra, Hezbollah usó lo que le fue posible – ¿Tenían misiles muy inteligentes para atacar edificios gubernamentales y no pueblos de Israel? ¿Cómo podemos decidir sobre tácticas militares de organizaciones que concretamente defienden a sus propios conciudadanos en El Líbano?



En primer lugar, tenemos que aclarar que Hezbollah como cualquier otra fuerza de resistencia nacional tiene el derecho de resistir la intervención militar de Israel, eso no hay ni que decirlo. Tiene el derecho de confrontar al FDI, de usar misiles para atacar blancos militares israelíes y derribar aeroplanos. Eso es una parte legítima de la resistencia militar. Hezbollah y la resistencia libanesa en una guerra tienen también el derecho de atacar blancos militares específicos dentro de Israel.




En lo que a tácticas militares se refiere, hubo errores en los dos lados, que recayeron sobre ellos. Después del secuestro de las tropas israelíes, el gobierno de Israel concluyó que atacando civiles, no necesariamente a Hezbollah, el sufrimiento de los libaneses resultaría en la alienación de Hezbollah de la población. El bombardeo produciría una cuña entre Hezbollah y la población libanesa. Exactamente lo opuesto ocurrió. La población libanesa en lugar de culpar a Hezbollah, culpó al estado de Israel y comenzó a apoyar a Hezbollah como un representante legitimó de la resistencia nacional.



Por otro lado, el reportero Norteamericano, Charles Glass, quién fue secuestrado por Hezbollah en los 80s y es un escritor informado sobre el Medio Oriente y Vietnam, en una entrevista con el London Review of Books, indicó que Nasrullah probablemente también pensó desde su punto de vista que los 4,000 misiles disparados por Hezbollah producirían un cisma entre el gobierno y la clase trabajadora de Israel. Pero no pasó. La situación en Israel fue un espejo de lo ocurrido en Líbano. La población de Israel, más que en otras guerras, apoyó al gobierno - 90% de apoyo.



El Segundo asunto son los misiles que cayeron en áreas árabes de Israel. No solo dispararon a judíos israelíes (eso es imposible) y aún eso hubiera estado mal, si no que atacaron árabes israelíes. En la ciudad con más mezcla de Israel, Haifa, los árabes israelíes fueron seriamente atacados. Hubo un éxodo masivo de Haifa. Tras las consecuencias de la Guerra, algunos árabes israelíes dijeron: Bueno, algunos de nosotros fuimos heridos o morimos, pero eso es parte de la Guerra. Pero en general, esa no es la actitud. Aparte de los árabes israelíes, llevó a la clase trabajadora a los brazos de la clase dominante. Fue contra productivo, como lo es por lo general el terrorismo. No vamos a discutir el derecho e Hezbollah a resistir, pero en esa táctica en particular se equivocaron, Fue indiscriminada y por lo tanto errónea en esa situación concreta.



Las consecuencias para el resto del mundo árabe son otro asunto. La guerra de Líbano ha tenido un efecto de onda expansiva en todo el Medio Oriente. Originalmente, los señores feudales, semi-feudales y dirigentes capitalistas de Egipto y Arabia Saudita atacaron a Hezbollah por supuestamente haber provocado esta guerra. Esto principalmente debido a que ellos son Sunni y Hezbollah era Chiíta y su base principal aún lo es. Pero esto creó una división entre las clases dominantes en el Medio Oriente y la ‘calle’ del mundo árabe. La abrumadora mayoría de las masas árabes razonaron: ¿Cómo pudo una guerrilla cuyas fuerzas se estiman entre los 3,000 a 5,000 combatientes haber humillado la poderosa maquinaria militar de Israel? ¿No podrían todos los ejércitos árabes, con el oro de los estados del Golfo, con todo el poder potencial de Egipto y otros, tener el mismo efecto? Es la primera vez desde 1948 en que la maquinaria militar de Israel ha sido detenida sobre la marcha.



Israel y Palestina



En Italia, la extrema izquierda nunca ha tenido una buena opinión acerca de la posición ‘dos pueblos, dos estados’. Primero, porque la posición normal, no solo de la izquierda, sino en general, es que Palestina necesita su propio estado. Hay una gran diferencia entre anti-semitismo y anti-sionismo, y en Italia hay un ataque ideológico contra anti-semitismo, En el movimiento internacional revolucionario y también en la Cuarta Internacional después de la Segunda Guerra Mundial, cuándo hubo la separación, la Cuarta Internacional estuvo en contra de ella. Hubo una sección en Palestina que voto en contra de la separación lo hizo por un país con derechos minoritarios. Así que nosotros siempre hemos apoyado la posición de un estado con derechos minoritarios en Palestina. Somos Marxistas y creemos en un futuro en el que no habrá fronteras. La solución de los dos estados implica más estados. Por supuesto existe una importante clase trabajadora en Israel, pero la más importante esta en Egipto, así que la cuestión es: ¿deben actualmente los socialistas apoyar ‘dos pueblos, dos estados’, y como responder a aquellos que defienden la solución de un solo estado?



La más importante ley de la dialéctica es que la verdad es concreta. En asuntos históricos, es irrefutable que el trostkismo, comenzando por Trostky mismo, se opuso a un estado judío formado en el territorio de Palestina, Esta fue su posición general en el período entre las dos guerras. Sin embargo el modificó su posición después de que la persecución nazi contra los judíos se volvió evidente. Y una nueva situación había surgido. Trotsky fue siempre flexible cuando hubo que tomar en cuenta nuevos factores. Había un sentimiento de parte de la población judía por salir de Alemania y de Europa y con esto vino un aumento de apoyo al sueño de un nuevo hogar nacional. Bajo el socialismo, razonó Trotsky, si los judíos quisieran un estado, digamos que en una parte de África, con el acuerdo de la población africana, o en América Latina, se podría considerar, pero no en Palestina. Ahí sería una trampa de sangre para los judíos. Es asombroso como sus predicciones se han cumplido. Hubo un artículo en el Financial Times recientemente, sobre el Medio Oriente, en el que un profesor burgués dijo: el lugar más peligroso para un judío actualmente es Israel. Es la trampa de sangre sobre la que Trotsky advirtió. El movimiento trotskista se opuso al establecimiento de un estado separado judío en Israel porque era una cuña contra la revolución árabe. Israel se asentó como resultado de una colonización de tierras árabes, sacando a los palestinos de ahí y usando una mezcla de retórica nacionalista radical y aún socialista dirigida a la población judía que escapo la pesadilla del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial.



Un estado, o una serie de estados pueden desaparecer por medio de la dispersión brutal de personas. Recordemos el desalojo de la población griega de muchas partes de Asia Menor y de los Turcos de Grecia después del colapso del Imperio Otomano. Si regresáramos el tiempo y redibujáramos el mapa, veríamos un gran intercambio de población. El terrible crimen del capitalismo nazi en contra de los judíos de Europa fue usado como justificación del crimen cometido en contra de la población de Palestina.



¿Dos Estados?



Sin embargo, la realidad ahora es que con el curso del tiempo se ha creado una conciencia judía o Israelí. ¿Qué dicen los Marxistas sobre esto? ¿Ignorar la situación real y continuar con la antigua posición? La solución del SU-CI (Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional), el Partido Socialista de los Trabajadores (SWP) y de otros en la izquierda es un estado Palestino –que fue nuestra política originalmente- de un estado palestino unificado con derechos autónomos para los judíos. Ellos lo defienden en un contexto burgués. Nosotros siempre lo presentamos en el marco socialista. No tenemos la posición de dos estados como solución en una base burguesa, como lo hacen, algunos pequeños grupos. Es un sueño utópico. Si los acuerdos de Oslo dieron solo una pequeña porción de la Palestina histórica al pueblo palestino, bajo las propuestas de Olmert de una redivisión de Palestina, que es la agenda actual, quedaría solo el 10% como estado para los palestinos. Es una Bantustan. No es un estado viable en lo que a los palestinos se refiere. No existe posibilidad de la solución de los dos estados. Un arreglo interino no puede ser excluido pero no es una solución a los problemas nacionales de Palestina o Israel. Sin embargo, la idea de dos estados como solución, de una Palestina socialista y un Israel socialista dentro de una confederación socialista de estados del Medio Oriente es, en nuestra opinión, una demanda correcta.



La cuestión que tenemos que preguntarnos es ¿como alcanzar las aspiraciones legítimas de las dos sociedades? En ambas poblaciones existe ahora una conciencia nacional, independientemente de lo que haya sucedido en el pasado. Ese es nuestro punto de partida. Antes de la guerra del Líbano, la idea de que estaban condenados a permanecer dentro de una clase de ‘Gran Israel’ empezó a desarrollarse entre los palestinos. Algunos de ellos dijeron: queremos el voto, lo que atemorizó a la clase dominante. Se preocuparon por la posibilidad de una bomba de tiempo demográfica que cambiaría el carácter del estado de Israel. Por eso Sharon y después Olmert decidieron no mantener la perspectiva del Gran Israel –del Mar Mediterráneo al Mar Muerto, incorporando Gaza – por una simple razón. Si los palestinos continúan prisioneros en ese estado, van a exigir derechos igualitarios: derecho al voto, una persona, un voto, como sucedió en Sudáfrica bajo el apartheid. En un tiempo razonable se convertirían en la población mayoritaria de Israel. Así que el sueño de Likud de un Gran Israel ha sido abandonado y Sharon y Olmert han regresado a la idea de la repartición, que les daría una mayoría judía en el estado de Israel y un estado burgués truncado en lo que se dejará a Palestina. Esto con el consentimiento del régimen de Bush.



Tenemos que enfrentar el hecho de que tanto los judíos como los palestinos han decidido que no pueden vivir juntos en un mismo estado. Esa es su conciencia. ¿Qué opina una Marxista y Trotskista de esa situación? Usted dice que no queremos más estados, que no queremos romper los estados unificados y, abstractamente, eso es verdad. Pero socialistas y Marxistas no pueden obligar a gente diferente a vivir en el mismo estado. Todavía hay una cuestión nacional en los antecedentes de Italia, en Alto Adige. ¿Quien sabe? Esto podría surgir en el futuro. Es como una sombra, que en ciertas circunstancias toma sustancia. ¿Cuál sería nuestra posición? Tenemos que aceptarlo. Es posible que España se separe. Es posible que India se separe. India no es un estado unificado en muchos sentidos. Fue unificado por primera vez por el Imperio Británico, pero ahora está formado por diferentes ‘nacionalidades’. Lenin dijo que no podemos formar una nueva sociedad socialista o comunista en las bases de la menor compulsión en contra de una nacionalidad, grupo o capa de la sociedad. Observa los extremos a los que los Bolcheviques estuvieron dispuestos a llegar para convencer a los oponentes de sus ideas en argumento y ejemplo. Estuvieron aún preparados, después de la Revolución, a decir a los anarquistas: No estamos de acuerdo con su propuesta de ‘no estado’, pero consideraremos darles una porción de Rusia. Pueden establecer una comuna anarquista ahí. Vamos a experimentar con Ustedes, esto les convencerá de que su alternativa de una sociedad anarquista y sin estado como transición entre el capitalismo y el socialismo resultaría utópica. La guerra civil y todas sus consecuencias implicaron que esto no se llevará a cabo, pero el enfoque era válido. Lenin y Trotsky entendieron que la cuestión nacional es similar a la cuestión de la tierra. Dar pequeñas parcelas de tierra a los campesinos puede significar un retraso económico, pero no había alternativa en Rusia si querían ganarse a los campesinos. Es el caso de retroceder un paso con la esperanza de poder avanzar dos pasos en el futuro.



Si tuviésemos una alternativa socialista de los dos estados, las masas de Israel podrían acercarse a las de Palestina y discutir con ellos: ‘nosotros tenemos esta solución’ y viceversa. Podría abrirse un diálogo o discusión. Acerquémonos a los trabajadores israelíes con la idea de que ellos serán forzados a incorporarse a un estado común con Palestina en contra de su voluntad y la respuesta será: Pelearemos hasta la muerte, no tenemos ningún otro lado adonde ir’.



Esta no era la situación de Sudáfrica bajo el apartheid. George Galloway, el respetado PM en Londres, ha planteado la idea de que pudiese haber un ‘momento de Klerk’ en Israel. De Klerk representaba a los Afrikaners, pero decidió que el juego se había acabado; los blancos tenían que ceder el poder, o la ilusión del poder a los africanos. Esto solo fue posible debido a los antecedentes del colapso del Estalinismo y también sobre la base del aburguesamiento del Congreso Nacional Africano (CNA). La relación demográfica en Sudáfrica en los años 1990 era de siete negros por un blanco. Está no es la situación en Israel-Palestina en esta etapa. La población de Israel luchará. Aún el ‘campo de paz’ luchará si su derecho a un estado separado esta bajo amenaza. La clase trabajadora de Israel luchará si son amenazados de ser enviados al mar. Por lo tanto demandas transitorias son necesarias para poder acercarse a las masas. Nosotros decimos: Ustedes decidan cuales serán las fronteras de un futuro estado bajo una confederación socialista. Es incluso posible, en las bases de una revolución socialista en el Medio Oriente, que los israelíes y palestinos puedan decidir vivir juntos en un estado con autonomía para ambos. No lo podemos decir de antemano. Pero la dialéctica es que si uno trata e impone un estado sobre ellos, este será rechazado.



Israel es una herida abierta en la región. Una cuestión clave en la revolución del Medio Oriente es como separar a los trabajadores de Israel de la clase dominante. Retándolos, amenazando la idea de una ‘tierra natal’ de Israel, no habrá forma de lograrlo. El estado de Israel es una creación del imperialismo. Pero una industria nativa de armas se ha desarrollado, industrias técnicas, etc. Y ellos pueden tener controlada a la población árabe indefinidamente mientras el capitalismo sobreviva. ¿Qué esperanza tiene la población palestina en esta situación? No hay alternativa sobre la base del capitalismo. La solución de dos estados no es una solución. Resultará en el aborto de un estado. La solución de dos estados socialistas, cuyas fronteras serían definidas por adelantado, democráticamente por la población árabe e israelita, es un arma importante para acercarse a esos trabajadores. Aceptamos que muchos trabajadores árabes, para empezar, tendrán la actitud de que el estado de Israel tiene que ser desmantelado. Es una cuña imperialista en contra de la revolución árabe. Pero una vez que sea bien planteada, puede ser aceptada. Es notable, que antes de la guerra actual, la población Palestina había concluido de mala gana, que la solución de dos estados era la alternativa y que la población de Israel tendría que llegar a la misma conclusión. Pero ahora, significa una frontera nueva, con solo el 10% de la Palestina histórica en el nuevo estado, esa es una situación diferente.

En la cuestión de nacionalidad, como dijo Trotsky, los escritos de Lenin están entre los tesoros de la humanidad. Pero la cuestión de nacionalidad es inmensamente mas complicada hoy en día. Para los marxistas, tiene dos lados. Estamos en oposición al nacionalismo burgués, que busca dividir la clase trabajadora. Apoyamos la máxima unidad de la clase trabajadora a través de las fronteras, continentes y el mundo entero, pero al mismo tiempo nos oponemos a la incorporación por la fuerza de distintas nacionalidades en un estado en contra de su voluntad. Nosotros apoyaríamos, por ejemplo, a la gente de Québec si ellos votaran mayoritariamente en un referéndum por separarse de Canadá. Estamos también a favor de una Escocia socialista independiente. Pero si en Canadá, la burguesía de Québec se negase a aceptar los derechos de las minorías dentro del Québec independiente, nos opondríamos a ello. Algunos de los nacionalistas de Québec están a favor de la independencia de Québec pero en contra de los derechos de los nativos. Nosotros nos oponemos a esto.

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