Capítulo1: El 11 de Septiembre y después

Posted by Socialismo Revolucionario On domingo, 29 de marzo de 2009 0 comentarios


¿Cuales son los cambios en la situación mundial desde los ataques del 11 de Septiembre?



El 11 de Septiembre marcó indudablemente un cambio de rumbo mundial. Dio al imperialismo, a través de la presidencia de George W. Bush, la oportunidad de implementar políticas largamente discutidas de su ala neo-liberal. Sus planes comienzan diez años antes del 11 de Septiembre con las ideas de Richard Perle y Paul Wolfowitz bosquejadas en el “Proyecto para un nuevo Siglo Norteamericano”, los elementos de estas nuevas políticas eran por un nuevo papel asertivo hegemónico para el imperialismo norteamericano. Estaban buscando un pretexto para utilizar el colosal poderío militar que el imperialismo norteamericano había acumulado.



Debido a que el imperialismo Norteamericano es actualmente la única verdadera superpotencia en la arena mundial, con la desaparición de la Unión Soviética, el ala neo-conservadora del capitalismo norteamericano estaba preocupada acerca de que su poder no estaba siendo efectivamente usado para engrandecer su posición mundial. El pretexto para lograr esto fue, por supuesto, el 11 de septiembre. Se ha encontrado evidencia que muestra que neo-conservadores alrededor de figuras como Donald Rumsfeld y Wolfowitz estaban, en las primeras horas del 11 de septiembre, tratando de convencer a Bush de utilizar el ataque para ir en contra de Saddam Hussein en vez de invadir Afganistán.


Sus planes fueron temporalmente frustrados por aquellos como Colin Powell y la más ‘prudente’ ala de la burguesía americana. Powell sostenía que si se probaba que Osama Bin Laden había sido el organizador del ataque en las torres gemelas, y este incidente se utilizaba para atacar Irak, esto no se vería muy legítimo ante los ojos del pueblo norteamericano y del resto del mundo. Por esto, entre otras razones, decidieron atacar la base de al-Qa’ída en Afganistán. Esto facilitó el cambio a un papel más asertivo del imperialismo norteamericano. Sin embargo, no debemos olvidar que la administración Clinton fue también intervencionista en los 90’s, bombardeando Serbia y Kosovo, así como Sudán. Pero no fue tan descarada o brutal como el régimen de Bush. La administración de Clinton trató de cubrir el papel del imperialismo norteamericano bajo el liberalismo Wilsoniano (Woodrow Wilson), de ‘capitalismo humanitario’. Clinton se condujo a través de las agencias multilaterales siempre que fue posible. Bush rompió brutalmente con esto en las secuelas del 11 de septiembre y creó una nueva situación mundial.

Tras el 11 de septiembre produjimos gran cantidad de material analítico (disponible en la página electrónica del CIT) en el cuál indicamos que el imperialismo norteamericano adoptaría estrategias preventivas incrementadas por su ambición militar. Actualmente corre con el 50% del gasto mundial en armamento. Nunca ha habido un poder militar con tal dominio en la historia mundial, ni siquiera en la ‘Guerra Fría’, entonces el Estalinismo contrarrestaba a los Estados Unidos, así que esta es una nueva situación.



Estados Unidos fueron inicialmente exitosos en la guerra contra Afganistán principalmente debido a las fuerzas con las que se enfrentaban, el Talibán, se rehusó a pelear hasta que la guerra había comenzado. Fue una victoria fácil. Dio la idea de era posible obtener una victoria solo con fuerzas aéreas. Pero la historia, en la era moderna, ha comprobado que la fuerza aérea por si misma es incapaz de garantizar una victoria militar. Esto quedó demostrado por los eventos en El Líbano durante el curso de la reciente guerra. Después de Afganistán, de una forma descarada, el terreno para la invasión de Irak estaba preparado.



Mucha gente, incluyendo algunos marxistas y trotskistas, fueron confundidos, desorientados y desestabilizados por los eventos del 11 de septiembre. Había pesimismo en el mundo neo-colonial y los países industrialmente avanzados acerca de que el colosal poder del imperialismo norteamericano pudiese ser derrotado. En Afganistán había ganado su tercera guerra después de la guerra del Golfo en los años 90 y Kosovo. Parecía que la fuerza devastadora de Estados Unidos era imparable desde el punto de vista militar. Las evidencias parecían mostrar eso. Nos costó un gran esfuerzo en los documentos del Comité por una Internacional de Trabajadores (CIT) mostrar los limites de ese poder. Una cosa es derrotar un régimen desacreditado como el de Saddam Hussein en la Guerra del Golfo en 1991, después de que invadió Kuwait. La opinión pública estaba en su contra. Pero Irak en 2001 era una proposición diferente porque lo que se proponía no era solamente el uso de la fuerza aérea o una operación de tipo policíaca, sino una completa invasión y ocupación militar.



Una gran discusión se llevó a cabo en nuestras filas sobre si era posible para Bush continuar adelante con la invasión. La burguesía norteamericana estaba dividida en el asunto. De hecho, ni siquiera el sistema del Partido Republicano creyó que Bush estaba preparado para meterse en esa guerra. Nosotros pronosticamos, que de invadir, los Estados Unidos se hundirían en un mar de confusión. Usamos el ejemplo de Vietnam como una advertencia para los Estados Unidos. Tiene alguna aplicación en el caso de Irak, pero hay también profundas diferencias. Así que la situación de 11 de septiembre representó un gran cambio. Subrayó el hecho de que los Estados Unidos eran la más poderosa fuerza militar en el globo. Usaría lo sucedido en el 11 de septiembre para afianzar su posición y equilibrar la balanza en su favor, y buscar, de ser posible, revertir los fracasos sufridos en el pasado. Quería destruir el “Síndrome de Vietnam que existe en la conciencia del pueblo norteamericano; que nunca más debería ser lanzada una invasión y ocupación norteamericana. La guerra de Irak fue deliberadamente planeada para romper con él y originalmente pareció haberlo logrado. Pero nosotros pronosticamos que habría resistencia nacionalista árabe en Irak, independientemente de Saddam Hussein.



Usted dijo que después del 11 de septiembre la izquierda estaba confusa y no entendía bien que estaba pasando. Era claro que hasta el verano de 2002 el movimiento de anti-globalización estaba creciendo rápidamente. Después, hubo otras grandes demostraciones, pero el movimiento comenzó a declinar después del 11 de septiembre y después hubo un movimiento hacia la derecha. Pero yo creo que el movimiento contra la guerra antes de la guerra de Irak fue algo diferente al movimiento anti-globalización. El Movimiento en Italia fue muy grande, no solo por la gente que participo en las reuniones, marchas, etc, si no la gente en general…. Por ejemplo, tuvimos la experiencia de banderas con el letrero “paz, paz, paz”, en millones de ventanas. Aún se pueden ver miles de ellas en Italia. Pero después de que el movimiento decreció cuándo empezó la guerra, se dieron cuenta de que no podían detener la guerra. Los partidos reformistas empezaron a decir, si, estamos en contra de la guerra, pero ahora hay guerra y estamos a favor de la democracia, de una nueva sociedad en Irak y por la democratización, pero en contra de la ocupación. ¿Qué piensan acerca de la situación en general del movimiento anti-globalización y anti-guerra?



Estamos de acuerdo con tu punto de vista en general, que afecta no solo a Italia sino que tiene una relevancia general en el movimiento anti-guerra internacionalmente. El movimiento anti-globalización pasó por sus subidas y bajadas. En primera instancia fue una reacción en contra del capitalismo globalizado mundial, las políticas neo-liberales que trajeron la guerra, destrucción del ambiente, etc. Tras la desgracia del 11 de septiembre hubo un shock. Recordemos que la burguesía europea no criticaba inicialmente al imperialismo norteamericano, lo cuál se resume dramáticamente en un encabezado del “Le Monde” que decía: ’Todos somos norteamericanos ahora’. Este era un cambio completo de la posición critica habitual de la burguesía europea, especialmente la burguesía francesa hacía los Estados Unidos. El 11 de septiembre permitió una victoria relativamente rápida en Afganistán. No hubo la misma reacción ante este evento en el movimiento anti-guerra que se encontraba menguando en Inglaterra. Pero con Irak y el largo periodo de preparación a la guerra, fue claro que Bush y Blair estaban mintiendo acerca de armas de destrucción en masa. Hubo cada vez más amargura e ira y un cambio completo en la opinión pública contra la guerra, aunque el humor cambiaba según el país.



En los Estados Unidos, debido al enorme poder de la prensa y de la presidencia, así como de la capitulación de los demócratas ante Bush, había una aplastante mayoría a favor de la guerra. Existía también una significante minoría opositora. Pero la mayoría opinaba: “Bueno, tuvimos una victoria rápida en Afganistán, nuestra tropas están ahí, así que debemos apoyarlas”, además de que existe siempre la tendencia del pueblo de “apoyar a nuestras tropas” en primera instancia, aún cuándo tengan criticas contra la guerra. Esto se revierte si la guerra va mal, como en el caso de Irak ahora. Pero se levantó un gran movimiento contra la guerra de Irak que culminó el 15 de Febrero de 2003 con marchas en todo el mundo. En Londres, tuvimos la mayor manifestación en la historia, mayor que la manifestación contra los impuestos per capita (poll tax). Mayor que la manifestación de los Chartistas en la primera mitad de siglo XIX. Esto reflejó que la abrumadora mayoría se oponía a la guerra. Al grado de que Blair discutió con su propia familia, según se ha sabido posteriormente, que probablemente tendría que dimitir del gobierno, tal era la magnitud de la oposición a la guerra en Inglaterra.

Había subidas y bajadas aún en este movimiento. Una vez que la guerra empezó, aún cuándo dos millones de personas habían mostrado su oposición, se estableció una cierta aquiescencia. Una de las razones por las que el movimiento no tuvo éxito fue su carácter solamente pacifista, no solo de la gente que participó –es natural que los trabajadores y la clase media van en primera instancia a decir ‘queremos paz” – si no de sus lideres también. Los líderes del movimiento contra la guerra en Inglaterra mantuvieron el movimiento dentro de límites muy estrechos. Algunos expusieron la cuestión de una huelga general, pero de una manera muy demagógica. No se puede organizar una huelga general sobre la cuestión de la guerra sin una seria preparación. Debido a esto, aunque la oposición a la guerra había aumentado, el movimiento contra la guerra inmediatamente después de la invasión a Irak no fue tan grande como antes. Desde entonces, ha pasado por subidas y bajadas, mientras la situación ha empeorado en Irak.


Actualmente existe una situación paradójica, Hay mayor oposición a la guerra, especialmente en Estados Unidos e Inglaterra. La mayoría se opone ahora a la guerra. Hay una abrumadora mayoría en contra de la guerra en Europa, pero aún así, la participación en las manifestaciones en contra de la guerra no llega al nivel que tenía en 2003. ¿Por qué? Porque existe un sentimiento de que las manifestaciones, por si mismas, no son suficientes. Necesitamos librarnos del gobierno pro-guerra –o al menos de líderes como Blair – necesitamos una política de clase, clara, que lleve al movimiento en contra de la guerra hacia adelante.




¿Una conspiración de Estados Unidos?



Está segunda pregunta puede ser extraña pero trata del declive del movimiento. En los últimos meses ha habido muchos libros, discusiones en Internet y también, hace dos semanas en Milán, 150 personas asistieron a ver un film que sostiene que los Estados Unidos organizaron el 11 de septiembre por ellos mismos, o que sabían que iba a suceder, así como en Peral Harbor en que sabían que los japoneses atacarían. ¿Qué piensa usted de esta teoría? ¿Es un signo del declive del movimiento en contra de la guerra y que piensa usted del terrorismo?



Yo no diría que necesariamente signifique un declive del movimiento en contra de la guerra porque existen muchas evidencias, de prima facie, de que el imperialismo de EE.UU. estaba esperando y preparándose para algún tipo de evento como el del 11 de septiembre. Como dijimos anteriormente, esto les daría el pretexto para llevar a cabo el programa internacional del neoliberalismo. Sin embargo, yo no creo, a menos que haya evidencias conclusivas de lo contrario, que esto fue igual a Pearl Harbor. Existe una continua controversia sobre este asunto, pero la mayoría de la gente que ha examinado la situación en el tiempo de Pearl Harbor estaría de acuerdo y ha entendido que el imperialismo japonés fue manipulado hacía la guerra por el imperialismo norteamericano. Japón dependía del petróleo y este fue obstruido, forzando a Japón a recurrir a la guerra. El imperialismo norteamericano había preparado el terreno para alguna clase de ataque por parte de Japón, lo cuál daría el pretexto a Estados Unidos para entrar a la Segunda Guerra Mundial. Este es el escenario más probable sobre lo que pasó en Pearl Harbor. Yo estoy de acuerdo con Gore Vidal, el escritor norteamericano, que ha producido algún material muy esclarecedor sobre esto.



Si uno ve los preliminares del 11 de septiembre, dadas las advertencias aún dos meses antes del evento, uno podría decir que hay alguna evidencia que sugiere que el imperialismo norteamericano, o una de sus agencias como la CIA o algún servicio secreto, o el Mossad en combinación con el imperialismo norteamericano, prepararon este incidente. Sin embargo, yo no creo que esto sea lo mismo que en Pearl Harbor. Existen muchas evidencias circunstanciales que indican que el régimen de Bush se descuido, no consideró que Osama bin Laden pudiera ser capaz de llevar a cabo un ataque de esta clase. Por lo tanto es muy poco probable que Estados Unidos o sus agencias estuvieran detrás del ataque. Solo sabremos que ocurrió realmente cuándo los expedientes secretos sean abiertos.



Lo que es cierto es que la mayoría de los musulmanes en el Medio Oriente y en todo el mundo creen que el 11 de septiembre fue un complot conciente, organizado por el imperialismo norteamericano en conjunción con el Mossad. Esto se debe, en parte, a que no les gusta pensar que musulmanes hayan tomado parte en un acto tan indiscriminado y mortífero. Pero yo diría que este fue una acto de al-Qa’ida. Fue también una venganza, un justo castigo, para el imperialismo norteamericano que fue quién creó a al-Qa’ida en primera instancia, en contra de Afganistán. Crearon un monstruo tipo Frankenstein quien volvió a atormentarlos en el ataque del 11 de septiembre.


Lo más importante es lo que surgió de este evento. Formó la actual situación, la cuál ha permitido al militarismo norteamericano la oportunidad para reforzar su base material para intervenir en Irak. Esto a su turno, ha polarizado la situación en Medio Oriente y todos lados, en donde la impresión es que el Islam está siendo atacado. Esto ha dado al ala política derecha del Islam nueva vida en Medio Oriente y otros lados.



Usted dijo que Estados Unidos tiene el mayor gasto militar de todos los países del mundo y que es la única superpotencia, pero en su último artículo y documentos usted habla del declive de Estados Unidos. ¿Como conecta usted estas declaraciones diferentes y explica está relación?



El imperialismo Norteamericano sigue siendo la mayor potencia militar, y hasta ahora es la mayor potencia económica, aun cuando ha experimentado un proceso de desindustrialización semejante al de toda Europa Occidental. De hecho, aún cuando todavía existe un importante proletariado industrial en Europa Occidental, sin embargo, una de las consecuencias de la globalización es la deslocalización, la maquila, parcialmente a Europa Oriental, pero principalmente a China, un desplazamiento de la mayoría del proletariado industrial de Marx del “Oeste” al “Este”, el cuál se ha convertido en el ‘taller del mundo’.




Esto plantea cuestiones importantes para los marxistas acerca del futuro. Existe el enorme peso del imperialismo militar y económico norteamericano pero sin la misma fuerza subyacente de la economía que tuvo en el pasado. En 1945, la mayor parte de oro del mundo estaba concentrada en Fort Knox y el 50% de la producción mundial provenía de Estados Unidos. En las dos últimas décadas, sin embargo, ha habido un declive constante en el porcentaje de producción industrial doméstica de Estados Unidos. El resultado es que en Norteamérica se han disparado los déficit incluyendo un saldo negativo en la cuenta corriente de la balanza comercial. Ha pasado de ser la mayor nación acreedora y el banquero del mundo a ser la mayor nación deudora y está siendo sostenida por el capitalismo asiático, especialmente China.



El capitalismo Norteamericano estará atrapado en una contradicción en el próximo periodo. El gran peso del poder económico y militar de los EE.UU. cada vez es mas financiado por el resto del mundo. ¡Si los Estados Unidos fueran cualquier otra economía, Italia o Inglaterra por ejemplo, con un déficit del 7% en su balanza actual, entonces el FMI declararía el país en bancarrota e introduciría un programa de austeridad!, pero paradójica y dialécticamente, debido al papel mundial del imperialismo norteamericano, está usando su debilidad económica y su fuerza militar para forzar al resto del mundo a financiar su déficit y para darle la libertad de aumentar su poder internacionalmente. Chalmers Jhonson, un perceptivo comentador burgués en el “American Empire”, en un libro reciente hizo notar que Estados Unidos es ahora un “imperialismo de bases”. Tiene 725 bases reconocidas alrededor del mundo. Pero en realidad, tiene la asombrosa cantidad de 1,400 en total. Una vez que establece una base, generalmente no se retira de ahí. El único caso en el periodo de la post-guerra –aparte de China después de la Revolución- de donde se retiró fue de la base Clark en Filipinas debido a la revolución que resultó en el derrocamiento de Marcos. ¡Pero en las secuelas del 11 de septiembre, regresaron y han reocupado la base! Así que tenemos está gran red internacional, ligada a los intereses del imperialismo norteamericano pero acompañada de una debilidad económica que aumenta sostenidamente.



Los límites del imperialismo Norteamericano en la arena internacional se han mostrado en Irak, y también en Somalia en el período reciente. Clinton intervino en 1993-94, pero las tropas americanas fueron forzadas a retirarse. Bush ha estado intentando una guerra por delegación en Somalia. El gobierno fue derrotado por las cortes islámicas y ahora tienen un estado islámico. Estados Unidos está tratando ahora de que Etiopía ataque a Somalia. Internacionalmente, en todos lados, Estados Unidos no esta derrotado aún pero ciertamente debilitado.


En Estados Unidos mismo, el huracán Katrina reveló la úlcera social y economica en el corazón del imperialismo norteamericano. Trotsky pronosticó en los años 30, en relación con la inminente Segunda Guerra Mundial, que los Estados Unidos saldrían de la guerra como el mayor poder mundial pero quemarían en sus cimientos todo el material combustible, todos los factores explosivos del mundo capitalista. Vimos esto en Vietnam, Corea y ahora en Irak. De hecho, el papel internacional del imperialismo norteamericano alimentará y reforzará su declive. Este declive es relativo actualmente. ¿Llegará a ser un declive absoluto y cuales serán sus consecuencias? Esa es otra cuestión, relacionada con el auge de China y la competencia geopolítica y económica, particularmente de China con el imperialismo norteamericano.



‘Bloque europeo’ y unificación



En la izquierda reformista europea y en la izquierda en general existe un sentimiento contra Estados Unidos y a favor de una Europa fuerte, debido a que los estados Europeos son más humanos, sus políticas internacionales son más pacifistas y tenemos una tradición cultural más larga que los Estados Unidos. La opinión pública dice que necesitamos una Europa más fuerte como contrapeso a los Estados Unidos. Actualmente mucha gente dice que el ala más radical del movimiento anti-globalización ha sido apoyado por los resultados del referéndum francés. ¿Qué piensa usted acerca de la unificación europea y el crecimiento de este tipo de pensamiento en la izquierda, de anti-imperialismo norteamericano, pero pro-imperialismo europeo? Y más importante, ¿cree que sea posible bajo el capitalismo lograr la unificación europea? porque vimos que el referéndum en Francia y en Holanda detuvo el proceso pero también que durante la guerra de Irak esta fue apoyada por gobiernos de derecha como en Inglaterra, España e Italia, y muchos estados de Europa Oriental. Así que hay una división dentro de Europa. ¿Que piensa usted de estas cuestiones?



La respuesta corta a la posibilidad de la unificación europea bajo el capitalismo es un rotundo no. La segunda pregunta: ¿debido a la oposición de la población europea y algunos de los gobiernos capitalistas europeos, deberíamos de estar a favor de un bloque entre la Europa capitalista, China, Rusia, etc. en contra de los estados Unidos? Nuestra respuesta sería no. Esto se debe a que creemos que la clase trabajadora debe siempre mantener una postura independiente. No podemos apoyar gobiernos burgueses cuando estos aparentan representar los ‘intereses’ de los europeos. Tenemos que hacer notar las verdaderas intenciones de la burguesía europea.




Si vemos las divisiones entre Europa y Estados Unidos a causa de la Guerra, fueron parcialmente un reflejo del estado de ánimo de la población de Europa. No fue un accidente que Aznar en España apoyara la guerra, mientras la población se oponía y que a raíz del atentado de Madrid fuese expulsado de su cargo. Berlusconi apoyó la guerra, y por una pequeña mayoría, fue expulsado de su cargo. Ahora Blair está a punto de abandonar la escena en Inglaterra en las próximas semanas o meses. Una de las razones de sus expulsiones fue su apoyo a la guerra. Por otro lado, el gobierno de la burguesía francesa y Schröder en Alemania, mientras son de derecha en la política doméstica, llevando a cabo programas neo-liberales, al mismo tiempo toman posturas contra la guerra internacionalmente que son reflejos del estado ánimo interno en esos países. Los gobiernos de Europa Central como Polonia y los demás apoyaron a Estados Unidos en la guerra, pero aún en esos casos amplias secciones o mayorías en la sociedad estaban moviéndose a la oposición a la guerra.



Dos procesos ocurrieron. Había una rivalidad inter-imperialista entre algunos de los regimenes dominantes de Europa y Estados Unidos. Inglaterra siendo una excepción ya que existe un bloque Anglo-Norteamericano especialmente desde la aventura de Suez en 1956. Después de esto, la burguesía británica decidió que no podían darse el lujo de estar en oposición con el imperialismo norteamericano. Desde entonces la llamada ‘relación especial’ ha existido. Pero eso no detuvo a Haroldo Wilson, Primer Ministro Laborista en los años 1960, de rehusarse a la petición de tropas británicas para Vietnam del Presidente Johnson. ¿Por qué? Porque su gabinete se hubiese desintegrado debido a la oposición colectiva a la guerra y el carácter diferente del Partido laborista de entonces. El partido Laborista de Blair es un partido burgués. Sin presión desde abajo –no hay clase trabajadora en el partido- él fue capaz de desafiar la opinión pública por un periodo. Debido a esta presunta relación especial, su gobierno apoyo el imperialismo norteamericano.


Así, había una división entre las secciones de la burguesía europea y americana, y también una división dentro de Europa. Esta es una división política con raíces económicas también. Siempre nos hemos opuesto, aún a algunos marxistas y trotskistas que en el pasado tuvieron la idea de que era posible en la nueva era del imperialismo unir a Europa sobre bases capitalistas. Nosotros estamos con el análisis original del marxismo, y de Trostky en particular, de que el capitalismo no puede resolver completamente los problemas de la nación. El capitalismo en la nueva era no es sin fronteras –finalmente descansa en un país u otro. El amalgamiento internacional en las transnacionales ha tomado un largo camino; la unificación de Europa, en un sentido, fue mucho mas lejos, con la caída de tarifas arancelarias, con la creación de un Parlamento europeo, etc. Cuando fuimos parte del Secretariado Unido de la Cuarta Internacional en 1965, declaramos que el proceso de unificación podría avanzar mucho, pero no alcanzar el 10% extra para completar el proceso.



El capitalismo no puede sobrepasar los estrechos límites del estado-nación y organizar las fuerzas productivas en un nivel europeo mientras crea una unificación política de la burguesía europea. Ahora las contradicciones, en este periodo de intensa competencia económica internacional han pasado a primer plano. Fue señalado en los referéndums de Francia y Holanda con el rechazo de la constitución europea. Fue correcto votar contra la constitución Europea, la clase trabajadora francesa entendió que este era un paso para llevar a cabo más políticas neo-liberales. ¡Esta Constitución es tan larga que muy poca gente la ha leído! ¡Aún los legisladores europeos no han leído esta Constitución, es tan confusa! Es como el Tratado de Roma, el que en efecto trata de entronar permanentemente el capitalismo. La Constitución propuesta fue una extensión del tratado a nivel Europeo. Nos oponemos a esto. Da apoyo legal a la privatización y a las políticas neo-liberales, y es un paso adelante, si pudiesen salirse con la suya, para organizar el capitalismo europeo en contra de la clase trabajadora.


No es posible para el capitalismo rebasar los estrechos límites del estado-nación. Pueden crear parcialmente un mercado capitalista europeo; han creado una unión aduanera. Pero en la batalla sobre los servicios directivos europeos y un gran numero de otros asuntos, se ha mostrado muy difícil tomar ese paso extra hacia la unificación de la burguesía europea. En otras palabras, yo creo en el análisis original de Trotsky que en forma general subraya que la única forma en que Europa puede ser unificada desde los ‘Urales hasta el Atlántico’ es por la acción conjunta de la clase trabajadora europea para establecer el socialismo en una escala continental. Apoyamos la unificación europea. Nos oponemos a un limitado nacionalismo capitalista contra Europa y nos oponemos a aquellos que apoyan el ala derecha de los partidos nacionalistas en bloque común en contra de la unificación europea. Estamos a favor de una alternativa de la clase trabajadora, de la idea de una Europa de la clase trabajadora, De los estados unidos socialistas de Europa, el slogan original de la Internacional Comunista que es válido todavía.

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